La poda

Yo por mi parte y, en esta etapa, he dejado de demorar todo asesinato y ajusticiamiento a la ingenuidad. Hago racias, redadas, expando verdugos y perfecciono destrucciones masivas a cualquier cèlula de ingenuidad que me desee. Camino convencida que la madurez es mi ùnica ropa y que, de ningùn otro modo salvarè ilesa..con ese algo de niña intacto..despuès de todo esto. Miro a la ingenuidad de los otros, como a una enfermedad macabra. A veces como a una puta vieja que, ni aùn asi, ha dejado de querer ser poderosa en lo nimio. Necesito tiempo para imaginar còmo se cambia el dolor del mundo y pruebo siendo estrictamente pedagògica, luego ìntima y luego beata y luego es luego y nunca paro de probar aunque guarde aciertos. Nicanor Parra y su "Alejarse de las ilusiones", mi gato y sus cambios de ritmo y su incapacidad de distinguir mi cabeza antes de saltar tras un pàjaro. Mis amigas sin problema de dinero y sin titubeos a la hora de poner lìmites. La fòrmula del amor que no es nada idiota y un holding entre mi persecuciòn y el que me ama. Parar y desprender el abuso antes de que, al hacerlo, tengamos que amputar lo propio. Asi. Y la vida me dice "escrìbele" èl ha estado aqui y dijo que te esperarìa allà a donde llegues. Asi.